Malvinas desde otros ojos

Por Prof. Cintia Navas

Esta es una historia de esas historias con las que uno puede ver un final feliz en medio de un contexto que no lo es.

Las Islas Malvinas Argentinas desde satélites Argentinos

Es la historia de Gerardo Mancisidor, un Conscripto de la Clase 63, que cumpliendo su servicio militar en el Destacamento de Exploraciones de Caballería Blindada 181, de Esquel fue llamado para ir a la Guerra de Malvinas, aquel 2 de abril de 1982, con miedo, sin las herramientas necesarias y menos aun la vestimenta adecuada, pero con ansias de defender su país, en medio de una
dictadura que hacía estragos en estos suelos:



"En los últimos días de abril de 1982 o quizás los primero días de mayo, estando ya en Malvinas repartieron algunas cartas de familiares y de personas que escribían a soldado desconocidos, a mí me entregaron una de esas, así que la abrí. Resultó que era de una niña de nueve años que tenía muchas ganas de contarnos cómo estaba viviendo ella esos momentos.

"A partir de ese día y cada vez que podía la volvía a leer hasta que quedo bastante sucia, pero tampoco quería que se me destruyera así que la puse en una bolsita de nailon y la guardé en un bolsillo interior de la campera".

"Cuando regresé a mi casa traía conmigo muy pocas cosas, entre ellas algunas fotos y la carta de esta niña. No sé en qué momento mi madre agarró las cosas que yo traía y las guardó, yo empecé como todos los que volvimos la ya famosa lucha para integrarme a la sociedad y no quería saber nada sobre la guerra así que a mi madre se le ocurrió que sería mejor guardar esos recuerdo".

"En el año 1996 mi madre fallece y mi padre me entrega todas las cosas que mi mamá había guardado. [...] A estas cosas las volví a guardar sin revisar nada. Siguieron pasando los años y un día mis hijos me preguntan sobre la guerra porque necesitaban hacer un trabajo para la escuela, caí en la cuenta de que no tenía nada para darles, sólo lo que yo les podía contar, pero como contarles a mis hijos si ni siquiera yo quería hablar conmigo mismo del tema Malvinas!  Me acordé de las cosas que me quedaron de mi madre. "

"Cuando abrí la caja que guardaba los recuerdos me encuentro con una boina y adentro, las fotos y la carta que me acompañó durante la guerra y que en las últimas líneas me pedía que cuando pueda me comunique con ella, la verdad que no supe que hacer en ese momento, primeramente sentí un gran retroceso en el tiempo y un montón de sentimientos encontrados que no me permitían decidir si comunicarme de una vez o dejar las cosas como estaban; deje pasar un tiempito más para ver si correspondía o no llamar a esta niña que ya no era una niña porque habían pasado 25 años, pero un buen día viaje a Buenos Aires y lleve conmigo la vieja carta y una pequeña esperanza de que tomaría coraje para llamarla por teléfono para decirle que su carta había llegado a destino y pedirle disculpas por la demora. Se me ocurrió buscarla en la guía y resultó que tenía el teléfono a su nombre y estaba en ese momento en su casa. Se imaginan cuando trate de explicarle quien era y porque la conocía a ella, solo recibía preguntas de desconfianza, pero creo que se percato de que mi voz había cambiado en la segunda respuesta, la verdad ya estaba por causar un corto circuito con el teléfono porque lo estaba mojando con mis lágrimas. Bueno, en ese momento y después de tener una breve conversación, la cual no podía mantener porque mi emoción no me dejaba articular palabra alguna, me dejo su dirección de correo electrónico y cuando volví a casa le mande una mail contándole quien era, todas las disculpas posible por no haberme comunicado con ella cuando era una niña de nueve años y las fotos de su carta (...) Hasta el día de hoy nos mantenemos en contacto por correo electrónico, Vanina tiene una gran familia dos hermosos hijos y es verdaderamente una gran amiga".