El colegio recordó a Emmanuel P. Pires y Santiago Jones

El día 29 de septiembre del corriente año, la comunidad educativa de la Escuela Nº 776 recordó a dos alumnos fallecidos trágicamente y colocó sus nombres en sendas plaquetas, con frases elegidas por sus compañeros, en el hall central del edificio escolar.

Susana Pires y Susana Mena descubriendo placas recordatorias

Santiago "El Chanchi" Jones, quien falleció en un accidente vial en la ruta provincial nº 7 en abril de 2011, y Emmanuel Puebla Pires, asesinado de un disparo en la cabeza en diciembre de 2014 en la zona de El Sombrerito, recibieron el homenaje por parte de alumnos, docentes y directivos del colegio. Como invitadas especiales se encontraban presentes las madres de dichos alumnos, Susana Pires y Susana Mena, quienes fueron las encargadas de descubrir las placas recordatorias.

A continuación les dejamos las palabras pronunciadas en el homenaje y las fotos del mismo.

Emma y Chanchi (palabras del POT Daniel Ríos)

Creo que todos los días o a veces, porque la vida va muy rápido.

Hay cosas para maldecir o agradecer.

Cuando estamos solos antes de dormir, pensamos, analizamos y por sobre todo sentimos: que hicimos bien? Que nos sobra? Que nos falta? Pero generalmente no nos animamos a pensar si somos plenos, si elegimos estar en serio con nuestra gente que son nuestro pequeño universo, si les dijimos a los nuestros cuanto los amamos

Compartir un fuego con amigos.

Que te despierten con un beso.

Un consejo de tu viejo.

El "cuídate" de mamá.

La felicidad esta ahí... y la seguimos buscando.

Para mí todo lo que uno tiene y se lleva a todos lados son los momentos, es haber conocido al de al lado, es poder saber quién es mi amigo, quien es mi novia, quien es mi hermano pero saber de verdad, poder mirarlos a los ojos y saber quiénes son, que sienten, si son felices y eso creo nos pasó a todos los que conocimos al Chanchi y a Emma y no hablo de conocerse hace 20 años o haber nacido juntos, cuando alguien está hecho de buena madera se sale para afuera y basta el instante más pequeño para sentir que uno puede contar con ellos y decir que los conoció, que compartió mucho, poco, más o menos pero que dentro de tanto maldecir uno puede agradecer por haberlos conocido y saber quiénes eran. Veo a sus mamás e imagino a la mía y me desgarra el simple hecho de saber que una mamá sufra tanto.

Muchas veces en charlas escucho hablar de la juventud y como decimos cosas no tan buenas y como descreemos de ellos pero después pienso en Emma, en el Chanchi y en ustedes y se acaba ése argumento estúpido y perdonen el termino pero me enoja en serio...

Sino confiara en los pibes, en sus saludos informales, en las gastadas después de un superclásico, en el perdón profe y en las cosas que me cuentan, simplemente no creería en nada.

Honremos la vida en cada despertar, en cada momento, no nos guardemos nada, aprendamos de estos Ángeles que sin querer nos enseñaron a sentir, a ser mejores personas y a valorar siempre al otro para encontrarse uno mismo.

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